La verdad de tu recuerdo

Somos casi un recuerdo.
Nos merecemos serlo
y no lo somos.
Somos, o al menos soy,
las cenizas de algo que no ardió del todo.

Te recuerdo. Lo hago invariablemente
ya sea recordando lo que fuimos,
lo que no fuimos o lo que quisimos ser.

Te recuerdo aunque a veces me lo invente,
y te imagino junto a aquella estatua
con un jersey rojo que te tapa la nariz.

Hace frío, y tu recuerdo, falso recuerdo,
me reconforta y me hace tan crédulo
que tu sonrisa, inexistente,
se convierte en lo único real en ese momento.

Hay quienes dirán que no es posible.
Que no puede ser.
No importa, seguramente nunca sentirán
algo tan real como este recuerdo de mentira.

Viviré, sentiré, experimentaré...
y nunca viviré, sentiré ni experimentaré
nada parecido a lo que me hiciste sentir.
TÚ.

Cerrado por olvido

 

   La vida está llena de principios y finales. ahora me encuentro colapsado de principios que asustan y de finales que duelen.

   Se que no caeré en el olvido realmente. Pero se que me acercaré. Internet me dolía...pero además me di cuenta de que yo podía hacer daño, hacerme daño. Cierro ansia, el fotolog...y me retiro. La dirección de hotmail estará abierta, siempre. Aunque ahora la revise muy poco.

   Me he despedido varias veces. Me despedía sin creérmelo. Ahora me lo creo.

   Si alguien pasa por aquí...gracias.

   Saludos (no abrazos, porque esta máquina no da abrazos) a la gente del foro, ellos saben quienes son. No les pido que me entiendan, porque lo complicado es que yo tampoco me entiendo. Nunca fui fácil, nunca me resulté fácil para mi mismo. Pero piensen que todos y cada uno de los plantones no fueron por dañar, sino inevitables. Que todos los malos gestos fueron por culpa de mi cabeza. Mi cabeza me jugó, me juega y me jugará malas pasadas. El amor de mi madre dice que los genios siempre estuvieron locos.

  Volveré, lo se, pero creo que tardaré. LES QUIERO. OS QUIERO. Y tanto ustedes como vosotros sabéis que os lo digo a vosotros, a ustedes. Iba a personalizar una despedida para los que la merecen, pero puede que me olvide de alguien que realmente la merezca.

  Y recuerden, la dirección más dificil no es la del salmón, el salmón está programado naturalmente para ir contracorriente, la dirección más difícil para el salmón sería quedarse a vivir en el mar.

  Yo he decidido quedarme en el mar, de momento.

Arco Iris lunar

A quién quiero engañar
con notas de amor descafeinadas.
A quién quiero querer
si sigo una señal equivocada.

No es que tenga el corazón...
...dividido.
Ni es porque esté partido por ti.
Es porque el tuyo no quiero partirlo
si todo termina en Abril.

La noche es negra, aniquilante,
y surge entre las nubes un rayo...
...de luna,
que crea un arcoiris imposible e inquietante,
de mil colores,
mil vasallos
que no matan ni me ayudan
a acordarme de olvidarte.

Duele, y duelen mas las arrugas
que mas duelen.
Y hieren
mas los insomnios que madrugan
por causas ajenas al personal,
por temor a que todo acabe en fuga,
por pavor infinitesimal.

De momento...

 

...vamos a seguir escapando solo en el fotolog, cuestión tan sólo de facilidad. Es más manejable y pongo la foto que quiero xD

 

http://www.fotolog.com/cloud__nine/

Uno y dos...

 

Uno es compañía,

 

y dos son soledad.

 

Un muerto en la vía

 

y otro de verdad.

 

Uno es mas que vida,

 

y dos, pasión sexual.

 

Un espejo espía

 

reflejos de maldad.

 

Uno es cena para dos,

 

y dos, escena de final.

 

Un entierro con su flor

 

y dos viudas de cristal.

 

Uno es mas que tres,

 

y dos por tres son cuatro.

 

un dolor aquí ¿lo ves?

 

y dos muertos más al saco.

 

Uno que es divino,

 

dos que son humanos,

 

un amor tan fino

 

y dos que lo negaron.

 

Uno que cumple castigos,

 

dos que se los saltan,

 

un requiebro del destino

 

que me cubre con su manta.

 

Uno que escribe poemas,

 

dos rimas sin sentido,

 

un cura que blasfema

 

y Dios como testigo.

 

Uno nunca sabe,

 

dos quizás sabrán,

 

un gitano, mare,

 

y un tarantantrán.

 

Uno no quiere salir,

 

dos se quieren masturbar,

 

un valiente ponga fin,

 

a este poema sin final.

 

Quererte
Es un juego de ajedrez complicado
que inventa reglas en cada sermón,
un envite a pares con los dados,
un regate en el salón.

Es una mirada indiscreta de convento,
un brindis en fiestas de guardar,
resucitarte cuando lo intento
y morirte de verdad.

Es un imposible quijotesco,
un duelo por muerte inesperada,
es El Papa en un día de asueto,

es una corchea infinitivada,
quererte es amar la vida,
y odiarte mi única salida.

Mirando atrás

Siluetas de marfil

 

A veces faltan agallas
para dar el salto definitivo,
romper con el alma la ventana
sin cortarse apenas,
y pintar el presente de
un negro furtivo.

 

A veces hacen falta lágrimas
para llorar.
Otras, sobran lágrimas y
faltan abrazos.

 

Hay días en que tu taza de café
anida un resto de carmín
que no es el tuyo.
¿se sentirá él tan extraño
como yo me siento por verle?

 

Sobran cigarrillos.

 

Si busco un espejismo protector

 

aparecen
siluetas de marfil como la tuya,
o delicadas manos, como las tuyas,
y todas me apuñalan de arriba a abajo,
como tú.

 

Me estoy acostumbrando a prolongar agonías
sin suerte,
consumiendo a cada instante recuerdos
en formol,
me siento, lloro, creo que no puedo tenerte,
y tu vuelves a abrirme el corazón.

 

 

Diccionario del poeta

 

Desempolvo recuerdos de tiempos
basados en condicionales
que fueron imperfectos
por no esperar finales.

 

Tus fotografías, mentirosas,
arañan mi esperanza impía.
He comprado un par de esposas
que me fijan como pueden a la vida.

 

Y ahora que las paredes
se han llenado de tus besos,
tus labios de los míos se repelen,
alguien parece imponer un receso
entre dos amantes que se duelen.

 

He comprado el diccionario del poeta
con sinónimos y metáforas violetas.
Rimo amor con corazón,
la muerte con la mala suerte.
Y en el fondo hay un dolor
que me duele por inerte.

 

Uno, dos, tres y septiembre.
Cuatro, cinco y Navidad.
Almas que se muerden,
mordiscos de verdad,
maestros sin saberlo,
de lo puro y lo divino.
Tragar sin paladear
todos los versos que te escribo.

 

Este diccionario
me esta volviendo loco,
antes escribía sin sentido,
ahora sin razón,
¿morir por lo vivido?
¿otro muerto? Quizás yo.

 

 

 

 

Morir por no matar

 

        Un tequila por favor, que me está quemando demasiado el amor en la garganta...

 

 Xavi, amigo, espero cantarla pronto abrazado a usted:

PA’ TODO EL AÑO

José Alfredo Jiménez

 

Por tu amor que tanto quiero

y tanto extraño

que me sirvan una copa y muchas más,

que me sirvan de una vez

pa’ todo el año

que me pienso seriamente emborrachar.

 

Si te cuentan que me vieron

muy borracho

orgullosamente diles que es por ti,

porque yo tendré el valor de no negarlo,

gritaré que por tu amor

me estoy matando

y sabrán que por tus besos me perdí.

 

Para de hoy en adelante

ya el amor no me interesa,

cantaré por todo el mundo

mi dolor y mi tristeza.

 

Porque sé que de este golpe

ya no voy a levantarme,

y aunque yo no lo quisiera

voy a morirme de amor. . .

...

Quizás hubiera sido más fácil
mentirte,
o lanzar mi alma al vacío
a través de la ventana,
sin cortarla, sin dañarla,
pero lejos de tí.

...

 

Al mundo le hace falta un poco más de amor.

A veces lloro porque nunca escucharé en directo "While my guitar gently weeps" con George en el escenario. Lloro por dentro. Nadie lo sabe.

En días en los que no quiero hablar con nadie, en días en los que el mundo me sobra, su música es la única que soporto. Ni Andrés vale. Ni John vale. Solo él.

El día que se murió me enteré en el metro, en una de esas teles que dan las mismas noticias una y otra vez. Por la mañana trabajé hasta tarde...y por la tarde fui a clase, como todos los días, y no salí hasta las nueve de la noche. Todos los que queremos a George Harrison sabíamos que estaba enfermo, muy enfermo...pero yo por lo menos esperaba que se pudiera recuperar y terminar el album que poco mas tarde se publicó a título póstumo: "brainwhased". Una delicia.

Cuando lo leí me tuve que sentar. Y me sentí solo. Pasó bastante tiempo hasta que me pude levantar. Llegué a casa. Le llamé a él, al único que entiende mi amor por todo esto, y me dijo que cuando se enteró, le dió verguenza y se encerró en el cuarto de baño a llorar.

Nos vimos esa noche, lloramos juntos, cantamos juntos...y recordamos a George continuamente. Como hoy. Y sin venir a cuento, no necesitamos aniversarios para darnos cuenta de cuánto queremos a este tipo.

El beatle silencioso le llaman. Eso es porque no le conocen.

Dice Paul, que cuando iba a visitar a George a su casa de Miami, fueras a la hora que fueras, siempre se podía escuchar mientras llegabas el sonido de una guitarra, de unos timbales, de un sitar, o de una de esas pequeñas guitarras y que ahora no me sale el nombre...cuando murió George, a los pocos días, Paul dijo que cuando se enteró y se dirijió a casa de George...seguían sonando todos aquellos instrumentos. Por lo menos él los oía.

Yo también.

Gracias George.

Give me love

Give me love
Give me peace on earth
Give me light
Give me life
Keep me free from birth
Give me hope
Help me cope, with this heavy load
Trying to, touch and reach you with,
Heart and soul

Om m m m m m m m m m m m m m
M m m my lord . . .

Please take hold of my hand, that
I might understand you

Won’t you please
Oh won’t you

Give me love
Give me love
Give me peace on earth
Give me light
Give me life
Keep me free from birth
Give me hope
Help me cope, with this heavy load
Trying to, touch and reach you with,
Heart and soul

Om m m m m m m m m m m m m m
M m m my lord . . .

Please take hold of my hand, that
I might understand you

El frío de tus manos

el frío de tus manos 

Me quebré tres veces por dentro
para no lastimarte.

Y ahogué cada lamento
con mi almohoda
para no despertarte.

Te miré con amor aunque era mentira.

Y ahora,
el alcohol, ya no cierra heridas.
Acaso lo hacen las canciones,
tus canciones,
y las mías.

Estábamos esperando el frío
y tener motivos para abrazarnos.
Y ahora que el viento congela
pensamientos,
se acabaron los motivos,
los abrazos,
los "te quieros"
y las manos.

Y es que parece que tenemos
las manos divorciadas.
Y los ojos.
¿te das cuenta?
No se miran.

Y cuando todo parece decir no,
los dos nos empeñamos en decir si.

Y por esto vuelo cada mañana
aunque la noche haya sido en vano.
Me da miedo apagar la luz,
lo hago y te pierdo,
siento que te has ido,
la enciendo
y no te gano.

 

Y se acabó. Y lo que más sorprende no es que haya terminado sino el dolor que se ha impregnado en el pecho y no hay forma de expulsarlo. Y las lágrimas. Y el dolor. Y sus lágrimas...y la sensación de imaginar su dolor y saber que tú eres el mótivo.

Se acabó. Y aunque ella diga que necesitamos tiempo yo se que ese tiempo es el infinito...es imposible arreglar lo que está roto para siempre. Y como ya dije una vez, nunca es demasiado. Y ahora mientras intento expresar lo que duele saber que sufriré su ausencia, estas malditas lágrimas que nunca salen del todo, me están ahogando el pecho.

Y a los pies de la cama tengo la guitarra que me regaló ayer...y me da miedo tocarla por si salen notas tristes.

Y en mis pies tengo el alma, la veo...y me da pena.

¿y qué hago yo con estas zapatillas que ella usaba para andar por casa cuando se quedaba a dormir? ¿y qué hago con su pijama? ¿que hago con su olor?

¿Y qué hago con la música? No hay canción que no suene a ella.

Ni comida que no me sepa a ella.

¿y qué hago yo con mi futuro si giraba en torno a ella?

Y si esto no pasó ayer es porque era mi cumpleaños...un cumpleaños inundado de alegría...sobre todo graciás a Andrés, que aunque nunca leerá esto, es justo decir que ayer fui feliz por su culpa, por su bendita culpa.

Ahora tengo miles de recuerdos que añorar...y llorar con ellos hasta que el tiempo cure una herida que ahora mismo es mortal de necesidad...¿y si no se cura?

Se acabó.

Nunca es demasiado:

 Nunca es demasiado.
Es demasiado
y no puedo aceptarlo.

Cuando yo esperaba,
de tus labios,
el regalo de un siempre,
soltaste el látigo
del nunca.
Cuando ya había decidido
que calentaras mi lado
de la cama,
la dejaste fría para siempre.
Y siempre es demasiado.

Y todo esto huele a sucias
despedidas.
A malentendidos guardados
en el cajón.

Huele a que este amor
fue prendido con alfileres
y ha resistido demasiados
huracanes azules.
Huele tanto, y tan mal,
que hasta esa estúpida rima
ha abandonado mis poemas.

Luego están esos malditos enamorados
de libros y jardines.
esos a los que yo maldecía,
esos junto a los que me sentaba,
cada tarde,
por aquello de que se me pegara algo.

Y lo único que se me pegaba eran
todas las penas que ellos ya no necesitaban.
Y cada tarde abandonaba los parques
con las penas de otros para llorar
en mi lado frío de la cama
por amores que nunca disfruté.

Y ahora eres para nunca
Mientras yo te quiero para siempre.
 

  

          

Me enamoré de un sueño

Tu imagen azul.
Tu mirada fría hoy
inundó mis sueños.
Me ha dejado trastocado,
modelaste los clavos
de mi cruz.
Sin conocerte quiero
ser tu dueño.
Recuerdo tus gafas.
Tu cuerpo menudo.
Y tu sonrisa
que agita en cada ráfaga
y en el pecho anida
un dolor oscuro.
No se quién eres
y me duele no poder quererte
como si fuera un castigo.
Me duele.
Y aunque me duela quiero
que llegue la noche
y volver a soñar contigo.

Ayer, hoy y mañana

Ayer me quisiste
y hoy tampoco.
Ayer me engañaste
y hoy te creí.
Ayer tu sonrisa
con olor a Siroco
deshizo los besos
que nunca te di.


Hoy te enamoras
de mi recuerdo.
Hoy me recuerdas
y ayer te maté.
Hoy tus suspiros
son como truenos
y fríos tus pechos
que nunca besé.




Mañana me matas
y yo te venero.
Mañana un quizás
será coincidencia.
Mañana me estrellas
por quererte sin freno
y yo me masturbo
con gris vehemencia.

Un divorcio colchonero

Con un sinfín de comienzos por escribir
he preferido empezar por el final,
y así atreverme a describir
cuantos zarpazos de verdad
has soltado con la mirada,
como un rolin estón*,
como una raya mal cortada,
como si aquella canción de Sabina,
te estuviera dedicada.

Como ese día tan feliz
en el que terminé aniquilado
por buscar el fin del caso
y hallar la solución:
en el fondo de cada vaso,
en todas las botellas,
en un pelo del sillón,
en la muerte de mi estrella
y en tu sucio corazón.



Y desde aquella tarde amarilla
me esnifo la cola de una estrella,
te dedico poemas de Sabina,
y pierdo todas tus querellas.



Me embargan las ansias de vivir,
te paso una pensión, pensión de viduedaz,
me embriagan recuerdos de Madrid,
y muero cada noche, creyendo tu quizás.



Peor que esta soledad constituida por decreto
es la maldita hora de la cena,
ya no veo tu cara en el espejo,
y le cuento al microondas, cada una de mis penas.



Algunas noches me meto mano,
me violo y me digo que me quiero,
otras duermo en el rellano
esperando tus suspiros en el cuello.



Voy a bodas con final feliz,
recojo el arroz mezclado con confeti,
guiso paellas para ti
y me he hecho socio del atleti.



Yo solito me como tus paellas,
lloro cada domingo con el “si, quiero”,
con el carnet solo sufro, y mis poemas
lloran lágrimas con olor a terciopelo.

Un jubilado lunicida

Mi último sueldo como tabernero,
justo antes de esta jubilación fatal,
tiene un destino casi de loquero,
tiene un objetivo casi criminal.

En esa tienda de la esquina con Mayor
comandada por un parche y un pirata,
hubo un día en que vendían con furor
unas flores naturales con corbata.



Hoy esa floristería es un polvorín
administrador de curas y maleantes,
venden armas, jueces sin fajín,
de entuertos y cuernos degradantes.



He comprado una buena escopeta,
quiero matarla sin concesiones,
nunca hizo caso de mis ofrendas
tras varios años de peticiones.



Hizo promesa de estar siempre a mi lado
con la pesada carga que conlleva un SIEMPRE,
y hoy, con tu muerte en mi costado
y el insufrible dolor de no tenerte,



pese a tener el alma temblorosa,
cargué con dos cartuchos la escopeta,
el primero, para esa luna mentirosa ,
y el último, para volarme la cabeza.

Dani, con permiso. Va por usted.

Escritor incorregible del desengaño,
testigo del dolor mas ajeno,
pero mucho mas del dolor cercano,
que se sufre sin freno
y acaba en puentes sin pasamanos.

Con cada palabra me lleva en sus brazos
a momentos ásperos que creía olvidados,
iluso de mi, el dolor no se olvida,
se arrincona en la memoria por verguenza,
se maltrata, para que no encuentre salida,
te haces odiar para que ella no vuelva,
pero siempre penetra como lluvia fina.

Le lees, te recuerdas sufriendo,
te recuerdas olvidando,
la recuerdas inflingiendo
sin prejuicios tanto daño.

Le relees, te serenas,
tomas agua, la recuerdas
con el olvido recuperado,
aunque sea vil mentira,
pero si tenemos al olvido
como un fiel aliado
con el paso del tiempo
el desamor es solo pasado.

Septiembre desbocado

Hace años que septiembre
no es un mes de carnavales,
y las gaviotas que se pierden
se suicidan con puñales.


Hay una luna casi ausente
que se oculta cada noche,
y un cura penitente
que la atropella con su coche.




Hay jeringas con bichitos
que asesinan con paciencia,
y fiscales del distrito
que defienden sin licencia.




Hay lamentos sin retorno
que se ahogan en gargantas,
y algunos tipos gordos
que se la pelan a las tantas.




Vivo sin saber que decir,
con los dientes apretados,
con un alma en el costado
y la otra en tu carmín.




Frenando en cada curva,
rompiendo moldes sin llorar,
golpes con la diestra,
sentencias con la zurda,
y condenas que se cumplen
de tanto asesinar.

Alfonsina

En su llanto doliente,
con el rugir de las olas,
no me oyó llamar.


Con su pena en el alma,
y su corazón aletargado,
no me vio llegar.


En la desesperada búsqueda de la muerte
no sintió mi mano en su espalda.
En sus primeros pasos en la orilla
no notó mi beso en su mejilla.
Con el mar empapando sus rodillas
yo me ahogaba a cada paso.
Cuando el agua rozaba su barbilla
yo sentí la muerte entre sus brazos.
Cuando el agua cubría su pelo,
y mi aliento era ya solo retazo
de algún sentir extraño,
el agua inundó sus pulmones.


Cuando la muerte lo era todo,
cuando para seguir avanzando hacían
falta muchos mas
galones,


cuando Alfonsina se fue volando
hubo versos que quedaron huerfanos,
cuando Alfonsina conquistó el océano
mi alma sintió, de la muerte, su dulce zarpazo.

La guerra de tus ojos

En este fluir de vida y de puñales,
en este fluir de muerte involuntaria,
en este fluir de crueles talibanes
y presidentes con ansias libertarias…




En este desacato a la autoridad competente
que supone el secuestro de ilusiones,
en este bucle de violencia en Occidente
donde mueren niños con banderas y galones…




En este mundo reloco no recuerdo
si los cuerdos, que son pocos,
son el eco de algún trueno
o el reflejo de tus ojos.