Un divorcio colchonero
Con un sinfín de comienzos por escribir
he preferido empezar por el final,
y así atreverme a describir
cuantos zarpazos de verdad
has soltado con la mirada,
como un rolin estón*,
como una raya mal cortada,
como si aquella canción de Sabina,
te estuviera dedicada.
Como ese día tan feliz
en el que terminé aniquilado
por buscar el fin del caso
y hallar la solución:
en el fondo de cada vaso,
en todas las botellas,
en un pelo del sillón,
en la muerte de mi estrella
y en tu sucio corazón.
Y desde aquella tarde amarilla
me esnifo la cola de una estrella,
te dedico poemas de Sabina,
y pierdo todas tus querellas.
Me embargan las ansias de vivir,
te paso una pensión, pensión de viduedaz,
me embriagan recuerdos de Madrid,
y muero cada noche, creyendo tu quizás.
Peor que esta soledad constituida por decreto
es la maldita hora de la cena,
ya no veo tu cara en el espejo,
y le cuento al microondas, cada una de mis penas.
Algunas noches me meto mano,
me violo y me digo que me quiero,
otras duermo en el rellano
esperando tus suspiros en el cuello.
Voy a bodas con final feliz,
recojo el arroz mezclado con confeti,
guiso paellas para ti
y me he hecho socio del atleti.
Yo solito me como tus paellas,
lloro cada domingo con el si, quiero,
con el carnet solo sufro, y mis poemas
lloran lágrimas con olor a terciopelo.
he preferido empezar por el final,
y así atreverme a describir
cuantos zarpazos de verdad
has soltado con la mirada,
como un rolin estón*,
como una raya mal cortada,
como si aquella canción de Sabina,
te estuviera dedicada.
Como ese día tan feliz
en el que terminé aniquilado
por buscar el fin del caso
y hallar la solución:
en el fondo de cada vaso,
en todas las botellas,
en un pelo del sillón,
en la muerte de mi estrella
y en tu sucio corazón.
Y desde aquella tarde amarilla
me esnifo la cola de una estrella,
te dedico poemas de Sabina,
y pierdo todas tus querellas.
Me embargan las ansias de vivir,
te paso una pensión, pensión de viduedaz,
me embriagan recuerdos de Madrid,
y muero cada noche, creyendo tu quizás.
Peor que esta soledad constituida por decreto
es la maldita hora de la cena,
ya no veo tu cara en el espejo,
y le cuento al microondas, cada una de mis penas.
Algunas noches me meto mano,
me violo y me digo que me quiero,
otras duermo en el rellano
esperando tus suspiros en el cuello.
Voy a bodas con final feliz,
recojo el arroz mezclado con confeti,
guiso paellas para ti
y me he hecho socio del atleti.
Yo solito me como tus paellas,
lloro cada domingo con el si, quiero,
con el carnet solo sufro, y mis poemas
lloran lágrimas con olor a terciopelo.
4 comentarios
angel theangel -
gracias amigo, un abrazo...
siempre por aqui(con estatut o sin el..jejejej)
dani -
como integrante del ghetto catalán, gracias por dedicarnos estas palabras, y una vez más por el otro post, más anterior aún.
Pasamos por placer, y necesidad. Aunque somos masocas, como dice Criz, no tanto..
CRiz -
2-Perdon otra vez x las incongruencias de ayer
3-No seguiríamos aquí si no fuera un placer..
..
....
no somos tan masocas..
....
xD
SE LE QUIERE TB!
moltooo moltoo
PD:es la 3 vez q escribo el mensaje...puto 2+2
Sergio -
A Dani, por su constancia.
A Angel, mi Angel, por sus alagos continuos.
A Cris, por su regreso, se añoraba su visita.
A Xavi, porque se que lee aunque no escriba.
Se les quiere amigos, apetece escribir sabiendo que están ustedes ahí.