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Ansia por ESCAPAR

Un jubilado lunicida

Un jubilado lunicida Mi último sueldo como tabernero,
justo antes de esta jubilación fatal,
tiene un destino casi de loquero,
tiene un objetivo casi criminal.

En esa tienda de la esquina con Mayor
comandada por un parche y un pirata,
hubo un día en que vendían con furor
unas flores naturales con corbata.



Hoy esa floristería es un polvorín
administrador de curas y maleantes,
venden armas, jueces sin fajín,
de entuertos y cuernos degradantes.



He comprado una buena escopeta,
quiero matarla sin concesiones,
nunca hizo caso de mis ofrendas
tras varios años de peticiones.



Hizo promesa de estar siempre a mi lado
con la pesada carga que conlleva un SIEMPRE,
y hoy, con tu muerte en mi costado
y el insufrible dolor de no tenerte,



pese a tener el alma temblorosa,
cargué con dos cartuchos la escopeta,
el primero, para esa luna mentirosa ,
y el último, para volarme la cabeza.

5 comentarios

Criz -

uy..ayer escribía con muy poca coherencia.. xD

pobre rob..

otro beso!

sergio -

No hubo sensación de abandono...si de añoranza...la eché de menos.
¿quienes son ellos?
¡¡diga el porqué!! xD

Yo también odio los finales tristes...pero son mas reales que los felices.

Un beso. Gracias.

Criz -

perdón por el abandono...
tb ha sido propio y tb ajeno, ellos lo saben...
Sólo diré porque...
Diré solo que vaya dominio del lenguaje...y que empiezo a odiar los finales tristes, pero que cad auno escoge el suyo..
Tengo ganas de verle.
un beso

angel the angel -

oiga, me deja sin palabras y para que decir palabras que no mejoren lo que ha escrito usted...
felicidades siga así

Baba-Sule -

terrible final. me ha recordado a una cosa que escribí hace poco, con los dos cartuchos

"pero tuve dos buenas razones,
la primera es que ya no te quiero,
y la segunda que no me abandones,
por favor"

aunque nunca es lo mismo, y aún falta para que nos jubilen.

PD: ellas echan de menos esas frases, seguro.